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Sólo la poesía hará que vuelva la luz
Tras eyacular sobre la quietud de la palabra,
tras sacudirse la mueca el vibrar de las nueces
se adhiere el clamor al tejido.
Es el flujo que vierte a secuencias
los grumos que transfiere el vocerío anexo a la sangre,
la trampa del nombre escupiendo cepos
bajo el vaivén nodriza del drama que acontece…
Una lápida sobrepuesta en la piel de la tierra
es el llanto de la poesía
en la boca de estas páginas.
Bienvenidos…
- A Daly -
Recuerdo la noche
que las calles prolongaron
una sucia borrachera
tras mi sombra.
La noche
que el melancólico habitáculo
se desmoronó ante mis pies,
y tras él,
el puerco colchón
mostró tenaz,
las garras incesantes de la locura.
La misma noche que agarré
mis oscuras teorías
por sus senos erguidos
lactantes de herrumbre,
revistiéndolas así, con los fragmentos metálicos
que forjaban mis contaminados pensamientos.
El momento en que dejé
que se inmolaran en el vientre
a dos senderos escasos del alma,
la noche de aquel viernes.
Entonces,
tras el estallido
y la resaca,
sentí que tu presencia
y el mero hecho de que existas
era semejante,
al mejor de los bálsamos.
1 comentario:
Desgarrador, recordar puede ser un mal ejercicio, me gusto lo del pene pluma, podemos convertir el poema en un acto sexual o un pajearse sobre la página o en su defecto en una buena vagina je je je , abrazos hermano
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