BIENVENIDOS

Tras eyacular sobre la quietud de la palabra,

tras sacudirse la mueca el vibrar de las nueces

se adhiere el clamor al tejido.

Es el flujo que vierte a secuencias

los grumos que transfiere el vocerío anexo a la sangre,

la trampa del nombre escupiendo cepos

bajo el vaivén nodriza del drama que acontece…

Una lápida sobrepuesta en la piel de la tierra

es el llanto de la poesía

en la boca de estas páginas.

Bienvenidos…


Tom Waits inmortalizado en pasteles

MOON IS THROLL (Montserrat)

MOON IS THROLL (Montserrat)
Un cuadro en pasteles para Cesc Fortuny y Marian Raméntol inspirado en la música de O.D.I , y como no, en la amistad

viernes, 30 de octubre de 2009

PUNTO DE INFLEXIÓN…



Tras la celda de marfil se condensan los sonidos; cautivas, se amotinan las porciones que no anhela ya la espuma, el veneno, la loción incombustible a la ribera de este escrito.

La nostalgia, que embriagada por las zarpas del despiste, olvidó su sombra, sombra y poso, entre las ruedas de un tranvía con trombosis.

¿Percibes la simiente de los poros que se hinchan con tu aliento y agonizan en la piel escoplo en mano?

Tallan al milímetro el vértice a escalones de una grada imaginaria; rasuran con la baba del vocablo, el rugir antagónico que traza la distancia.

El eco del vértigo, lame los pezones al ocaso; no alcanza a ungir el grito contra el lomo de colillas que hacen guardia en los portales.

Mientras, ojos de cemento, barrenderos oblicuos de la noche, derraman la brizna en las hojas del arbusto que aún presume con inquina de esperanza; escobillan y aglutinan en la cresta de un impulso las moléculas infectas del pasado…

Y siento el rumor de esos cañones que dirigen su retina hacia el núcleo de los sueños, la osamenta que se evade de la carne para ir a claudicar al camposanto de tu vientre.

Siento el bombeo de astilleros que renuevan su andamiaje con el verde de tus ojos, el brazo telescópico de grúas que acomodan al océano en las perchas de mi armario.

También espasmos, disturbios, convulsiones tan violentas, que los huesos se me parten mientras grietas con bulimia rellenan sus carencias con el timbre de tus labios…

sábado, 24 de octubre de 2009

REHÉN DE TUS PECADOS


Bajo la piel moldeable del portafolios
se arremolinan varados estigmas.

El holgazán parte sus dientes
al morder el magro de un pan endurecido
por aplastar la mirada contra el pecho del espacio.

Desmadejado el oxígeno
cobra su tributo ante el hombre
mientras este solicita clemencia
y las raíces con osadía sonríen …

Cruel antesala de hiedra candente
sobre los pastos de un navío de arena,
esferas con pómulos de a diario,
constructor por no escupir en la mueca que muestras derribos,
tilde que hiende cemento como arpón
sobre el peso elástico de la esperanza…

Y tú, espejo violado por la lid que enarbola tus párpados,
que formas estrías en la piel de la distancia
mientras cabalgan por tus venas suburbios;
tú que presumes de colchón de agua donde crecen las palmeras
junto a la grima piadosa de hambrientos cañones,
de mujer llamada vino
que lame con su lengua agria la corona de tu pene,
te evades de la carne,
rehén de tus pecados…

sábado, 17 de octubre de 2009

SHOUKRAN, MOROCCO




Me hierve tu arena sobre el éxodo de mis dedos,
el rumor húmedo del océano
mientras dibuja dentelladas en la biografía parda del peñasco;
sobre el llanto erosionado de sirenas
a través de la bruma inexpugnable de la aurora.

Me hierve en el pecho la hospitalidad de la luna del este,
los párpados que trituran a sus pies su grandeza me hierven.
Ella, que por alguna extraña razón y sin previo aviso,
cae sin concesiones arropada por el hechizo noctámbulo de las tinieblas por la cara opuesta del alba.

Me hierve la circunferencia ovalada del recuerdo -sostén de mis cabellos-,
al masturbarse entre hombro y hombro
a lomos de nubes y ninfas de kifi.

Y se precipitan por la presión de sus propias manos
las sombras de la noche, el fulgor exento de los astros,
el grito inequívoco de percusiones que perforan el virgo del silencio,
las verdes membranas del espacio;
hasta caer junto al desecho metálico y herrumbroso
del engranaje que sostiene el olvido de mis pasos,
la incoherencia de mis secretos mejor velados…

Y no estimes Morocco ni por un instante,
que porque haya vuelto a estos pastizales de occidente;
esos que lamen con su lengua de cieno mis rodillas quebradas,
desafiaras la ingravidez junto al olvido a través del tiempo; no lo creas.
Volveré. Inshalá que pronto…


-Shoukrán Morocco-
- Wa la chukra ala wajeb, hombre de melenas infinitas -