BIENVENIDOS

Tras eyacular sobre la quietud de la palabra,

tras sacudirse la mueca el vibrar de las nueces

se adhiere el clamor al tejido.

Es el flujo que vierte a secuencias

los grumos que transfiere el vocerío anexo a la sangre,

la trampa del nombre escupiendo cepos

bajo el vaivén nodriza del drama que acontece…

Una lápida sobrepuesta en la piel de la tierra

es el llanto de la poesía

en la boca de estas páginas.

Bienvenidos…


Tom Waits inmortalizado en pasteles

MOON IS THROLL (Montserrat)

MOON IS THROLL (Montserrat)
Un cuadro en pasteles para Cesc Fortuny y Marian Raméntol inspirado en la música de O.D.I , y como no, en la amistad

jueves, 26 de febrero de 2009

QUE SE JODAN AHÍ FUERA...APLAUSOS





Una botella de vino
exigua de ideas.

El final vence al principio.

Tal como lo hace la vida…

La broza
se inyecta azufre
en los suburbios frondosos del pecho.
Oculta tras un bosque toxicómano.
Aras ancestrales podridas
bajo bóvedas con las traviesas famélicas de optimismo.
Nervio principal de la fronda con hemorragias,
sabia voluble sobre la cuchara que se retuerce de dolor
por la contorsión telepática de la herrumbre.

El cenit de un puente
padece artritis reumatoide desde los cimientos.
Hernia discal del lapso
en el confín de la noche.
Monóculo del alba
desvirgado por la radiación de la tormenta.

Nos ciega el vomito acerado del futuro.
Esa cierta sobredosis de abstinencia,
obelisco estresado que penetra el ano de la demora.

Todo anhelo pende unido a los pezones del fracaso,
litoral sugestivo de la hormona,
balanza que vierte secuencias de la vida al vacío
bajo la tutela irresoluta de la distancia.

Un tsunami hidrófobo,
golpea con dureza el despeñadero
tras las hendiduras de las manos
y ensucia los tobillos de la página.

Las intuiciones,
tarde o temprano cobraran vida.
Telequinesia globular,
inmolación desde el bombeo de la entretela
hasta la vagina dilatada de la herida.
Mangoneo de ciertos tendones de papel
sobre el horizonte escarlata del antebrazo.

Adagio equino de sal
que pisotea las úlceras de los ojos.
Se desboca
la flema hipócrita avinagrada.
Morfología y arquitectura del guiño
tras la prensa gallarda de los párpados.

No somos machistas,
tampoco feministas.
Solo suelas de goma obturadas,
entre los colmillos del engranaje
que nos destripa en los reservados de la cuneta.
Cenefa parda de tacones, traspié
que moldea los bronquios del asfalto.
Las aceras sufren de pulmonía.
No somos nada…

Se desploma la orina por los genitales del espejo.
Gualda insignia,
reverbero ególatra ante la bofetada y brillo
de la luna que os observa.
Deshonra intrincada que advierte
la viabilidad profana de la metáfora.
Como el desagravio bucal que proporciona
el émbolo del palillo mientras desvirga la ambigüedad
que se masturba entre los dientes.

La cobra erecta hasta los colmillos
nublados de narcisismo.
Cristales rotos, cardo del anagrama
que cae desde la vejiga de la imagen…


Un somnífero elíptico
desarraiga bostezos,
de las huellas dactilares
de la esencia.

Aúlla la ceniza erguida,
tras violar el pulmón del lobo irreflexivo de cerumen,
que puebla los locales insonorizados
de los oídos…


Asido a la fuerza de la palabra,
un sonajero tribal
perfora el himen tupido del silencio en la sala.

-Que se jodan ahí fuera-,
me digo entonces.

Aplausos…

martes, 17 de febrero de 2009

COMO UNA PISCINA CON SOBREDOSIS DE ABANDONO


Mora un batallón de castigo,
bajo el sarcófago de las entrañas.

Voluntad
............ irrefutable
.......................... de las horas.

Una caja de bombones rellenos de arsénico
desmenuza la prosa efervescente
de la síntesis homónima del periodo.

Almibarada araña la arcilla
con uñas microscópicas,
las lentes de contacto del futuro.

Las aceras beben de sus propios colectores
a través del alambique pélvico de los cuerpos.

Cálamo
..........de células
....................... embrionarias.

Yace una piscina con sobredosis
de abandono.
Lengua carente de alardes y júbilo,
lamiendo la saliva de los bordillos.

Matriz del subconsciente
acurrucada bajo la broza.

Bráctea tetrapléjica
que puebla la laguna…

miércoles, 11 de febrero de 2009

TODOS Y CADA UNO DE NUESTROS CEREBROS, SERÁN INTERROGADOS DÍA TRAS DÍA POR UN SOTANO DE LA GESTAPO...





No hay razón objetiva
que justifique
la convulsión disonante de los maléolos.

No hay razón para alarmarse.

Es cierto.
Habita una rata de peluche inalámbrica
en la cloaca de alguna esquina teledirigida
del bulbo raquídeo.

Recogimos hace ya mucho, el galardón de un cheque sin fondos,
a manos de ese clown sonámbulo
que gestiona entre el suicidio del pitillo
una tómbola de ceniza.
Reja cefalea
tatuada por onzas de musgo lúbrico
en los urinarios del área motora del lenguaje hablado.

Destripamos músculos de ropa, porciones de envidia.
Visualizamos imágenes de células anoréxicas
que devoran los cimientos de un cadáver.
Andamiajes renqueantes de la bilis sobre el espejo.
Alegoría tridimensional del cuerpo, expuesto al vacío
desde el ático de vuestra bulímica conciencia.

A la muerte asfaltada se le desploman las claraboyas
sobre la radiografía de una sonrisa.
Barranco y ventosa del eco
que escupe la tráquea de una barra de labios.

Sábanas extendidas
frente a los ojos tuertos de un sol con equimosis.
Efluvio del esperma sobre el ombligo hipócrita del aire.
Sucedáneo oculto en el barrizal melancólico de un ropero…

Hay una llave
que oscila vuelta y media sobre si misma
a través de la vulva engrasada del desengaño.

El falo metálico languidece
ante el credo opaco de la herrumbre.

Ramos de amapolas de opio
tronchan la arteria del polen
sobre un rompecabezas de esqueletos.
Se acurruca junto al cieno y la mueca ambigua de las lombrices
lo que queda de un suspiro poliquístico.

Es en el pozo de la mentira
donde reside la carne
bajo el alter ego de las sombras.

Donde perecen los cerebros borrachos
por la supuración vaginal
de una jauría de píxeles toxicómanos
que cuadriculan el disfraz esférico de los globos oculares…

Hemos devorado con nuestros colmillos de éter
una tonelada de mazorcas informativas con condilomas.
Lo único que realmente importa
es lamer vía satélite el cañón de un revolver Beretta
después del telediario de las nueve.

La cremallera del recto sufre piorrea por estrés.
Se descarrían sus dientes
entre el carbón y lo venéreo de las nalgas
de una pira motorizada con el carné de la abundancia.

Hay una caja fuerte en el diván frente al TV.
La clave numérica que se nos asignó
sufre hemorragias de mercurio.
Las moscas verdes que pueblan el intestino sacian su sed.
No quedan tubos de hemoal
en las farmacias de la ética.
Tampoco capsulas de viagra para la flacidez del espíritu
que nos sostiene…

No hay razón para alarmarse.

Todos y cada uno
de nuestros cerebros,
serán interrogados día tras día
por un sótano de la GESTAPO
mientras las ventanas y el vahído de los ojos
arañan el marco de la autoestima que se resiste…