miércoles, 1 de octubre de 2008
MIENTRAS LEÍA A PANERO
Oh poema que neutraliza el coito,
y el coito,
la vendimia del orgasmo.
Oh pluma,
que despellejas la soledad,
convirtiéndola en tumulto
derramado en la página.
Oh desdicha anclada
en un atisbo velado.
Oh martirio
que rebuzna día tras día
cuando nace el día.
Oh inspiración
que vence al sueño
en la penumbra.
Oh áspera lengua del sueño
que relame la vagina al insomnio.
Oh poeta que defeca
el excremento hacia dentro.
Oh excremento que se posa en la página
a pie de pluma.
Entretanto,
el hambre "guisa" en millones de hogares,
y canturrea hipócritas nanas
a niños famélicos de ilusiones.
Y yo,
hipnotizado,
leo y releo a Panero
mientras la vida se escurre por mis manos,
hacia la vulva del poema.
y el coito,
la vendimia del orgasmo.
Oh pluma,
que despellejas la soledad,
convirtiéndola en tumulto
derramado en la página.
Oh desdicha anclada
en un atisbo velado.
Oh martirio
que rebuzna día tras día
cuando nace el día.
Oh inspiración
que vence al sueño
en la penumbra.
Oh áspera lengua del sueño
que relame la vagina al insomnio.
Oh poeta que defeca
el excremento hacia dentro.
Oh excremento que se posa en la página
a pie de pluma.
Entretanto,
el hambre "guisa" en millones de hogares,
y canturrea hipócritas nanas
a niños famélicos de ilusiones.
Y yo,
hipnotizado,
leo y releo a Panero
mientras la vida se escurre por mis manos,
hacia la vulva del poema.
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