BIENVENIDOS

Tras eyacular sobre la quietud de la palabra,

tras sacudirse la mueca el vibrar de las nueces

se adhiere el clamor al tejido.

Es el flujo que vierte a secuencias

los grumos que transfiere el vocerío anexo a la sangre,

la trampa del nombre escupiendo cepos

bajo el vaivén nodriza del drama que acontece…

Una lápida sobrepuesta en la piel de la tierra

es el llanto de la poesía

en la boca de estas páginas.

Bienvenidos…


Tom Waits inmortalizado en pasteles

MOON IS THROLL (Montserrat)

MOON IS THROLL (Montserrat)
Un cuadro en pasteles para Cesc Fortuny y Marian Raméntol inspirado en la música de O.D.I , y como no, en la amistad

sábado, 22 de marzo de 2008

HISTORIA DE UN FALSO Y DESTRUCTIVO AMOR(EL Y ELLA)

Ella guardaba los recuerdos
abrazados con espinas
bajo la almohada.
.
Clasificaba todo el odio
en los estantes de su subconsciente,
mientras su ropa esparcida,
empantanaba el piso.

Solía vestirse con la sonrisa
de las veladas hipócritas,
y los labios cincelados de mamadas.

Ella dormía en un lecho de llamas,
bajo un aspersor,
que expulsaba mentiras.

Ella era tan ella,
que levitaba a dos palmos
del abrumado asfalto…

Tan ella,
que tras su vestido de seda falsificado,
dos enormes tetas maleables trucadas,
te observaban por encima del hombro,
con sus ojos, en tu inocencia bien clavados.

Tan ella,
que la parte trasera
de un consolador acabado de matricular,
asomaba entre sus piernas.

Tan ella,
que sus putas promesas,
se deslizaban por toboganes de barro,
hacia una playa de te quieros de arena,
donde llovía veneno,
y embriagado soplaba el viento…

Él.
Enamorado de una sensación puntual,
trepaba vertiginosamente
por las paredes de un clavo ardiendo.

Desesperado,
con las llamas perseverantes del error tras sus pasos,
se calzaba el antifaz de haber errado…


Coleccionaba minutos
en compañía de lombrices albinas,
que hallaron cobijo en sus fosas nasales…

Más incontables botellas de vino utilizaba,
a modo de catalejo
para divisar el horizonte
sumido en su “melalcoholia”…

Solo en la ciénaga de la esperanza,
los viernes por la noche
se sentía feliz.
Con su inseguridad de anzuelo,
y a la para también de cebo,
pensó que la quería.
Y aún hoy,
no se arrepiente absolutamente de nada…

1 comentario:

Emilio Ariza dijo...

Hey socio aquí me tienes, estrenando tu blog creo, pedazo poema como ya te dije antes. El , nosotros, todos babeando de rodillas sobre sus coños, que seriamos sin ellas ja ja ja . Abrazos