lunes, 19 de enero de 2009
ASÍ ES COMO LO SIENTO
ASÍ ES COMO LO SIENTO
Así es como se amalgama la tierra
con el fango del alma…
Corcel que eyacula estrías
desde el tañido hueco de la herradura ,
hasta el páramo
sin raíces de la piel.
Es así
como hienden el martirio las espuelas del hígado
en la tibia quebrada de la palabra.
Poro entre hueso y carne.
Esqueje, secreción, tortura que concede el tuétano
a través de la artería ósea
sobre el sacro del papel.
Mas dos puntos luminosos
trituran la senda escarpada del tiempo.
Dualidad que emerge y destello,
de una línea imaginaria.
La astucia del arquetipo
se mide a si misma, al trepar con vehemencia
el muro que erige un espejo
tras la oquedad de una fosa velada.
Atalaya titubeante del ser
que nos da la bienvenida
en la cresta intrínseca de la estirpe.
Virus inherente del juicio.
Estertor absorto del raciocinio
practicando sexo anal,
con gélidas astillas fálicas
de cristal.
El avance y ascensión sobre hordas gástricas.
Desasosiego atronador de blindados
que forjaron la coraza
en remansos de ira y hiel…
Y sopla un viento inequívoco. Resentimiento
que despelleja de los pulmones
pedazos de alaridos y lágrimas.
Moléculas y esquirlas en el aire
que golpean el cartel
de un motel abandonado,
a orillas de las tierras del deseo
que inhuman el alma…
Así es como se amalgama la tierra
con el fango del alma…
Corcel que eyacula estrías
desde el tañido hueco de la herradura ,
hasta el páramo
sin raíces de la piel.
Es así
como hienden el martirio las espuelas del hígado
en la tibia quebrada de la palabra.
Poro entre hueso y carne.
Esqueje, secreción, tortura que concede el tuétano
a través de la artería ósea
sobre el sacro del papel.
Mas dos puntos luminosos
trituran la senda escarpada del tiempo.
Dualidad que emerge y destello,
de una línea imaginaria.
La astucia del arquetipo
se mide a si misma, al trepar con vehemencia
el muro que erige un espejo
tras la oquedad de una fosa velada.
Atalaya titubeante del ser
que nos da la bienvenida
en la cresta intrínseca de la estirpe.
Virus inherente del juicio.
Estertor absorto del raciocinio
practicando sexo anal,
con gélidas astillas fálicas
de cristal.
El avance y ascensión sobre hordas gástricas.
Desasosiego atronador de blindados
que forjaron la coraza
en remansos de ira y hiel…
Y sopla un viento inequívoco. Resentimiento
que despelleja de los pulmones
pedazos de alaridos y lágrimas.
Moléculas y esquirlas en el aire
que golpean el cartel
de un motel abandonado,
a orillas de las tierras del deseo
que inhuman el alma…
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3 comentarios:
tan etéreos que casi podemos no sentirnos, no respirar, desconocernos....
Un abrazote
Marian
Gracias por sentir; gracias por hacernos ver a algunos que el mundo no sólo está poblado de zombies; gracias por explicar con palabras lo que algunos también sentimos pero no sabemos como hacernos oir. Gracias por ser así.
Viajando por una casa a oscuras, con el mundo en la mochila y la cantimplora llena de esperma.
La verdadera simiente de la estirpe, el desconcierto.
Un abrazo.
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