domingo, 13 de abril de 2008
LA GENEROSIDAD DE SUS PUÑOS
Tras el cerrojo de la esperanza,
un puñado de conceptos atormentados,
a penumbras contagiosas aferrados,
yacían en un diván metálico
cual almas embalsamadas en plomo.
Al otro lado,
donde el fulgor lujurioso acariciaba el intelecto,
unos puños ornamentados
con la furia escamada en sus nudillos,
golpeaban a los aullidos sociales
y convertían la mentira en despojos.
Pertenecían a cierto sujeto,
que rabioso usurpaba
en los cánones farisaicos
que nos acordonan,
y viendo como menguaba su estirpe,
quedó satisfecho del todo...
para Luna.
un puñado de conceptos atormentados,
a penumbras contagiosas aferrados,
yacían en un diván metálico
cual almas embalsamadas en plomo.
Al otro lado,
donde el fulgor lujurioso acariciaba el intelecto,
unos puños ornamentados
con la furia escamada en sus nudillos,
golpeaban a los aullidos sociales
y convertían la mentira en despojos.
Pertenecían a cierto sujeto,
que rabioso usurpaba
en los cánones farisaicos
que nos acordonan,
y viendo como menguaba su estirpe,
quedó satisfecho del todo...
para Luna.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario