BIENVENIDOS

Tras eyacular sobre la quietud de la palabra,

tras sacudirse la mueca el vibrar de las nueces

se adhiere el clamor al tejido.

Es el flujo que vierte a secuencias

los grumos que transfiere el vocerío anexo a la sangre,

la trampa del nombre escupiendo cepos

bajo el vaivén nodriza del drama que acontece…

Una lápida sobrepuesta en la piel de la tierra

es el llanto de la poesía

en la boca de estas páginas.

Bienvenidos…


Tom Waits inmortalizado en pasteles

MOON IS THROLL (Montserrat)

MOON IS THROLL (Montserrat)
Un cuadro en pasteles para Cesc Fortuny y Marian Raméntol inspirado en la música de O.D.I , y como no, en la amistad

lunes, 30 de marzo de 2009

POR EXTIRPARLE EL CLÍTORIS A “SUPERNANNY”




La media noche.
Las heces que tatúan la palabra “Rosebud “
en el pubis del trineo
mientras me suicido…

Violar al corcho.
Circundar con la amnesia del hígado
sus anchas caderas.

La inhalación entrecortada del monóculo
está pariendo ojos
en techumbres borrascosas de ceniza.

Bajo el embozo,
hay dioptrías que esputan la leche por los senos
sobre el balde infestado de embriones.

Sueños.
Esa densa sustancia.
Niños muertos
por el sepulcro del sonido.

Mañana,
el ano volverá a ser ranura
para insertar monedas.

Una procesión de huesos sacro
allana la tierra previamente.

La zanja se prostituye.
El alambre erecto de una percha, profundiza en la piel.
Fosas nasales,
amamantan al oxigeno que se masturba
sobre el tálamo del polvo.

Arquitectura demolida de la ingenuidad…

El infante en busca y captura
tras el calabozo motorizado del espejo
por extirparle el clítoris a “Supernanny”,
por escupir sobre las grietas,
sobre esa cierta estupidez progenitora
que tensa la goma del ciclo…

martes, 17 de marzo de 2009

DOWN BY LAW (A Cesc Fortuny y Marian Raméntol)

DOWN BY LAW

(A Cesc Fortuny y Marian Rámentol)


A Guernika,
le diagnosticaron esquizofrenia bolchevique
en esta mierda de mundo…

Entonces, los quistes con pasamontañas
trazaron grafitis, en las paredes limítrofes
del esfínter de Oddi
con sprays lacrimógenos.

Al poco,
se contorsionaron las tenias
por el mimo atildado de un batallón
de estropajos de níquel...

Ven.
A lo “Down by law”.
Huyamos por entre las ciénagas
de algún estado podrido al sur del alma,
bajo la inmolación sonora
del “Real Gone” de Waits.

Descorcha estos hombros de mármol,
inhumados por la ansiedad
del receptáculo que los sostiene.
Cabalga al trote sobre el caballo obeso de cieno.
Aplasta la pus del forúnculo irritado
que se aferra ígneo, en coma amniótico, a los muros del alambique.
Derrama el peso sobre la herradura forjada con el caldo cirrótico de la uva,
entre los sueños elípticos del “Hada verde”(Absenta)...

Existe un submundo,
donde espantapájaros de cerámica,
escupen trozos de carne salpimentada
con la censura y el excremento de las palomas,
sobre el esguince inflamado del bisturí, verdugo ejecutador.
Cesárea del poema.

No estás sol@.
Siempre habrá un Roberto Benigni asando la liebre,
previamente empalada a través del ano
por la arteria disecada de la broza,
mientras masticamos con metástasis de retina
el libro de relatos cortos
que nos concede el cetro de la muerte…


Ánimo compañeros…

domingo, 15 de marzo de 2009

LA CUERDA DE LA EXISTENCIA Y EL NUEVO BURGUÉS QUE SE PUDRE ENTRE SU IGNORANCIA





Muchos, permanecen ahí arriba.
Saborean con rubor el mercurio recluido en los nudillos
tras el hálito sudoroso de la momia
que regenta el mostrador taxidermista del insulto
y perpetúa a golpes el ruego estéril de los labios.

Mastican bolas de alcanfor,
más las heces que vomitan los cirros quirópteros,
sobre las alas mutiladas del viento.

Se resquebraja la apatía
tras el zambombazo trasnochador de la sartén
contra el dolmen bucal que chulea con orgullo de aluminosis.

El dolor emerge a ras de esputo
entre la umbría y el marfil astillado de los dientes.

Los colmillos de hormigón carecen de estructura.
Se revaloriza el ego,
se acurruca entre el sudor insultante de la mano
y las caderas vaporosas que perfilan con la hormona disparada del cincel,
el calor curvilíneo de la empuñadura…

Otros rapelan contraproducentes,
borrachos de toda irresponsabilidad.
Asidos a una cuerda enmarañada
en el sentido que un batallón de agujas de arena,
imprime sobre el agujero de la bota
que maquilla con socavones la salobridad del estiércol.

Y fornican los cabos de la mecha.
Por un extremo, las obligaciones del nuevo burgués,
podrido entre su ignorancia
como la “o” de un canuto jamás exhalada.
Por el otro, lo que se supone los derechos del individuo
inmortalizando las cicatrices de la autoestima.

La dignidad del hombre,
es el lazo que jamás podrá sostener el peso de la humillación
que imprime la ponzoña del prójimo…

Las lámparas rojas se hacen latentes
sobre la cubierta de sábanas blancas
que techan el pundonor del avance en circulo,
en un canódromo de gatos.

El prejuicio de las piedras,
impacta contra la lapidación de la carne
a través de la suspicacia de la murga que hipoteca los sentidos,
bajo el mando suntuoso del pentagrama vejatorio de la existencia
y sus verjas electrificadas.

Mientras, el falo se sacude ignorante el egoísmo,
encima del ovulo que se auto flagela
en el reflejo punzante de las cuchillas.

Y se repite la historia de siempre.
La del que comienza acumulando grasa
conectado a los senos amorfos del origen,
para subsistir en este carrusel de cadáveres
desplomados desde la boca,
hasta el sarcasmo de la zanja…

martes, 10 de marzo de 2009

IDEALIZA, IDEALIZA SOBRE MI ESPERMA (no es lo que era)



Idealiza sobre
este puerco
que tienes delante
y la pluma
que segrega semen,
esperma muerto
en la inflación vaginal
de la palabra.

Idealiza
sobre el hueso
roído por la desidia.
Agravio canicular
tras la úlcera que rentabiliza
la inquina del ayer,
bajo el mullido gangrenado a cuatro patas,
que apolilla las nalgas y el correctivo del vagabundo.

A cerca del párvulo gimoteo
que impacta contra el tupido porvenir
tras las rejas inmutables
del estupro.

Tritura
con tu boca baldía,
la ignominia
e ingenuidad
combinada
con tus heces.

Escupe
calavera estéril.
Sobre el asfalto almibarado
con sobredosis de anestésicos,
que surcan bajo el vientre de la rata
las cloacas enmohecidas del abandono.

Lija el fetichismo escarpado de tu lengua
en el vaho
de la flema,
y saborea
lo que eres...

miércoles, 4 de marzo de 2009

¿DE DONDE COÑO HA SALIDO ESTE POEMA?



Por entre las encinas abruptas del esófago.
En medio del llanto hecho mucosa impenetrable,
se despoja un valium
de sus harapos plastificados.
Transparencia voluptuosa.
Bóveda que lo inutiliza.

Y fecunda el letargo,
mientras se prostituye receptivo
en la peana a medio ilustrar
que se auto cincela las mejillas,
en los establos de las entrañas.

Ya no se puede ni dormir,
en este mundo de locos…

La úlcera como bola de papel.
El encierro de la vergüenza a través del arrebujo.
Contorsión en actitud fetal
tras la libido irónica
que escarba entre el líquido amniótico de la metáfora
para saciar su sed.

Donde yacen sin síntomas de laxitud
los colmillos de la desesperación,
hendidos en las fibras del cáñamo
junto al énfasis ensamblado del poeta.

La visión estresada de los cuerpos,
las fatuas sonrisas.
El campo de tiro que se autolesiona
mientras encañona al veinte triple de la retina.

Se incrusta el desprecio en los émbolos radiactivos,
vierten cubos de nitrato
en la punta de la nariz que así mismo rifa sombras,
sobre el hocico asesino de la estirpe.
Acido sulfúrico de la especie humana.

Las palabras juegan al poker
en los socavones envueltos de caries, bajo las muelas.
Alegoría seductora
que se masturba sobre ese viejo tapiz sin hueso,
anclado entre paladares de terciopelo a la umbría del farol.

El verbo se desentiende del pretérito,
en la taza del wáter de los recuerdos…

Albedrío del tabaco.
Compraventa de un liguero de ceniza
en el night club de un cenicero.
Las encías sangran de dolor.

Los raíles trafican con la trayectoria
de una locomotora que transporta el suicidio del verso,
en los vagones epilépticos de la existencia.

Gárgaras suplican misericordia,
hierven tras las mentiras inoxidables del puchero,
donde fornica la pus de la gola,
con la ignominia espatarrada del insulto.

No será por el calor epidérmico
que desprende la vereda
a ras de la frigidez descoyuntada de las vías.

Allí donde una máquina de tatuar, tatúa cicatrices,
e inmortaliza coartadas en la dermis de las piedras.

Donde despedidas metálicas se hacen latentes
en el interior de la jeringa,
tras inocular la coalición de llantos de vapor,
en las nalgas violadas del firmamento.

Y se desploma el crepúsculo por la soga de la noche,
al comprobar que hoy, no ha salido el sol.
Que no ha hurgado con sus rayos
en las axilas de mis ventanas,
mientras me pregunto…

¿De donde coño ha salido este poema?